jueves, 14 de septiembre de 2006

¡Extra, extra...!

Sí señor, porque esta entrada va a dar cabida a muchas cosas dignas de mención que me han acaecido en este lapso de tiempo de, digamos, unos dos días.
Para empezar, la más importante: ¡Buenafuente ha vuelto! Ya se echaba de menos un poco de humor inteligente y con estilo en esa caja tonta que insultamos para luego contemplar con devoción y éxtasis. Como diría Santa Teresa de Jesús (que en paz debería descansar, que digo yo que lo de Santa no es un apodo), vivo sin vivir en mí si no tengo una dosis semanal de Andreu. Así que, amigo, enhorabuena por tu programa y gracias por volver, a ti y a tu equipo. Si no sois los mejores... Macho, qué bien dais el pego.
Pero la caja tonta no sólo trae calidad, también falta de imaginación por parte de los que hacen la programación, porque eso de reponer OTRA vez Oliver y Benji... Un día la serie va a ser así:
-¡Venga Ollie, tienes que bloquear ése balón!
-Cof, cof, ya Benji, pero es que este reúma no me deja... ¡Hazlo tú, que ya te queda poco pa'cascar!
-Me parece que con 115 tacos no entramos en el mundial junior, Ollie...
-Bueno, tú piensa que Mark Lenders vive a base de caldos de Gallina Blanca y no puede mear sin ayuda...
-Yo estoy aprendiendo a usar la cuña. Por cierto y hablando de desgraciaos'... ¿qué fue del tío que cantaba la entradilla de la serie?
-Creo que se suicidó por su perpetuo anonimato...
-Cof, cof.
Es que esta serie está llena de pegas. Circula un mail por internet con una teoría acerca de la verdadera longitud del campo de fútbol de Oliver y Benji, teniendo en cuenta que en él se aprecia la curvatura de la Tierra. Además, los jugadores no saltan, ¡vuelan! y no cierran la boca. Nunca. Tienen que haberse tragado más mosquitos que el radiador de un coche que va follao por la autopista... Además, ¿en qué partido escolar hay un comentarista? Y respecto al público... ¿qué son, hombres, mujeres, una extraña y desafortunada mezcla? ¿Alguna vez se vio cosa más ambigua? Bueno sí, Falete.
También me he dado una vuelta por el Carrefur, nombre que se resiste a permanecer en mi memoria, al contrario que el de Pryca. He observado que, al menos en el de mi ciudad, los del antes-Pryca-ahora-Carrefur tienen la mala leche de poner la sección de bollería junto a la de tallas grandes. Hombre por favor... A eso lo llamo yo indirecta, pero sin el in.
Y una última cosa. Esta mañana he tenido un reencuentro con la usurpadora de la joyería, cosa que podríamos llamar Usurpadora Returns, si no fuera porque ya hay demasiados remakes por ahí. Y como dicen que la venganza es un plato que se sirve frío... Pues es fácil de suponer que le he devuelto la jugada y me he colado. A este hecho vil y ruin hay que añadirle el valor de que colarse en una joyería acojona... Con esos clips de chupete de plata (deben de ser para hijos de multimillonarios, para más detalle búsquese Operación malaya en el Google), esos cuadros de santos varios llenos de doraos y plateaos, ésa mítica foto de Enrique Iglesias, toda amarilla y descolorida por el sol de tanto anunciar relojes... Que alguien monte una Joyería de los Horrores, vaya.

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